Un invencible Lancia 037 será el encargado de abrir carrera todos los días
Entre el 4 y el 9 de noviembre de este año, el Tour de España Classic, la prueba-sport  de históricos más importante de Europa, reunirá, por quinto año consecutivo, a más de 140 vehículos históricos de los bien llamados “pata negra”. Automóviles de colección llegados de todas partes del mundo, incluso de Estados Unidos, Argentina o Puerto Rico, etc. constituyéndose una auténtica Torre de Babel donde 16 nacionalidades estarán presentes. En esta edición, la prueba discurrirá entre Jerez de la Frontera y Málaga y en cinco duras etapas con más de 1.500 kilómetros entre tramos, circuitos y enlaces.
 

Un histórico e invencible Lancia 037 será el clásico deportivo que abrirá carrera durante los cinco días de pruebas. Su historia y técnica es tan apasionante como su palmarés...

“Hemos obtenido nuestros mejores resultados hace ya casi diez años, con el Fulvia HF, cuando ganamos el Campeonato de Rallyes de 1972. Demostramos nuestra superioridad durante tres años más, en el período de 1974 a 1976, de nuevo con el Fulvia, y entonces el Fiat 131 Rally, obtuvo para nosotros más victorias en 1977, 1979 y 1980. Tres de nuestros pilotos han llegado al Título Mundial de Pilotos: Sandro Munari, Markku Alen y Walter Röhrl. Pero en 1982 tendremos que enfrentarnos a cambios sustanciales y, debido a ello, nuestros programas se han revolucionado. Competiremos a partir de abril, tan pronto como se obtenga la homologación, después de la producción de doscientas unidades, prescritas por la reglamentación, del Lancia Rally”. Con este pequeño discurso, Cesare Fiorio, manager de Actividades Deportivas de Fiat, anunciaba, en diciembre de 1981, el nacimiento de la nueva arma del Grupo Fiat para los rallyes: el Lancia 037.

Un coche nuevo, mecánicamente diferente de sus victoriosos predecesores; construido, concebido y proyectado de acuerdo con la nueva reglamentación FIA para Grupo B; el proyecto llegó a cuajar gracias a la estrecha colaboración entre Lancia, Abarth y Pininfarina, y se finalizó la versión definitiva el 2 de mayo de 1982, para el 59º Salón Internacional de Turín. El Lancia 037, en su versión de calle, obtuvo de inmediato un tremendo éxito entre la prensa especializada y los numerosos fans que se agolpaban en los pabellones de la exposición turinesa.

La decisión de crear el 037 no fue fácil. El objetivo final era reemplazar al Fiat 131 que había obtenido muchas victorias desde el Rallye de Elba en 1976, hasta el éxito en el Campeonato Mundial en 1980. Dentro del Grupo Fiat había algunas personas que querían mantener la imagen del Fiat 131: el único coche de rallyes que venía de la gran producción en serie. Paralelamente otros deseaban planear un verdadero coche de competición hecho para el propósito de las carreras, como fue el glorioso Lancia Stratos. De cualquier manera fue necesario construir enseguida un digno heredero del 131, respetando las nuevas reglas Grupo B que requerían un coche de calle producido con 200 unidades con características técnicas y estilísticas muy cercanas a la versión de carreras. Fue ineludible, incluso, concebir un coche ganador intentando usar, en caso necesario, soluciones técnicas revolucionarias. En el aspecto técnico, por ejemplo, se pensó, en principio, en adoptar un propulsor turbo, pero la idea fue descartada, ya que Lancia no tenía tiempo material para hacer un motor de esas características, incluso los técnicos alemanes de su rival Audi lo estaban estudiando con muchas dificultades. Era mejor, de acuerdo con los ingenieros, no probar muchas soluciones técnicas complicadas arriesgándose a un fracaso seguro. Por este motivo se adoptó el compresor volumétrico que ofrecía una respuesta de potencia más inmediata, toda vez que un rally se compone de tortuosas carreteras y curvas angostas donde una aceleración inmediata es fundamental.

Algunos de los nombres que hicieron posible el proyecto fueron: Claudio Lombardi (Manager Técnico), Sergio Limone (Ingeniero de Desarrollo), Cesare Fiorio (Manager del Martini Racing Team), Giorgio Pianta (Manager de Calidad) y Ninni Russo (Manager de Logística). Y algunos de los pilotos legendarios que tuvieron oportunidad de pilotarlo: Walter Röhrl, Markku Alen, Miky Biasion, Henry Toivonen, Fabrizio Tabaton, Salvador Serviá, Enrico Bertone, Piero Liatti o Giacomo Bossini, entre otros.

Maravilloso, agresivo y, sobre todo, de un rojo espectacular (en la versión de calle) o con los inconfundibles colores de Martini Racing: un deportivo purasangre con corazón de más de 2.0 litros, 16 válvulas, cuatro cilindros y sobrealimentado con un compresor volumétrico Abarth (con presión variable desde 0.60 hasta 1 bar); decididamente potente, lo máximo en un coche de aquéllos días, con sus 325 CV (en la versión EVO II) era capaz de sobrepasar fácilmente los 220 km/h y acelerar de 0 a 100 km/h en menos de 7 segundos. Una verdadera bomba rodante, fue bautizado sin equívoco alguno “la reina de los rallyes”.

 
Palmarés:
Día de homolagación: 1 de abril de 1982
Primer Rallye: Córcega, 1982
Victorias en WRC: Monte Carlo 1982, (Röhrl)
                              Córcega 1983 (Alen)
                              Grecia 1983 (Röhrl)
                              Nueva Zelanda 1983 (Röhrl)
                              Italia 1983 (Alen)
                              Córcega 1984 (Alen)
 

Ficha técnica:
Motor:
EMPLAZAMIENTO: Posterior central, longitudinal
Nº DE CILINDROS: 4 en línea
CILINDRADA (cc) (x 1.4 con compresor): 2.111 (2.955)
DIAMETRO/CARRERA (mm): 84x90
CIGUEÑAL: De 5 apoyos
RELACION DE COMPRESION: 9,0:1
POTENCIA MAXIMA (CV/rpm): 345/5.500
CAJAS DE CAMBIOS: cinco velocidades manual
TRACCION: A las ruedas traseras
LLANTAS (DEL/TRAS): Aleación (8x16")/(9x16)
NEUMATICOS (DEL/TRAS): 205/55 VR 16//225/50 VR 16
PESOS
EN ORDEN DE MARCHA: 960Kg.